Justicia para Aitor: Cuatro años sin respuestas tras una irreversible negligencia médica

La familia de Aitor Esteban Gonzálvez sigue luchando por justicia mientras los responsables continúan trabajando.

Presentación del libro dedicado a Aitor en Petrer / Ayuntamiento Petrer

¿Qué pasó con Aitor?

El 29 de septiembre de 2020, Aitor Esteban Gonzálvez cumplió 8 años. Apenas un mes después, el 24 de octubre, comenzó un calvario médico que terminó con su fallecimiento debido a una presunta negligencia médica. Cuatro años más tarde, su familia sigue esperando justicia y denunciando el abandono institucional que han sufrido.


La cronología de un caso devastador

La historia de Aitor comenzó el 24 de octubre al mediodía, cuando se quejó de un fuerte dolor de estómago. Su madre lo llevó al ambulatorio, donde, tras una analítica de orina, le diagnosticaron gastroenteritis y lo enviaron a casa. Sin embargo, el dolor persistió.

Lunes, 26 de octubre: Al ver que Aitor no mejoraba, su madre volvió a llevarlo al pediatra. El diagnóstico se mantuvo como gastroenteritis. Esa misma tarde, regresaron a urgencias debido al empeoramiento del pequeño. La respuesta que recibieron fue desalentadora: «Señora, ¿ya está aquí usted otra vez?». Aitor seguía con un dolor insoportable, pero no le realizaron más pruebas ni analíticas. «En unos días se le pasará», le dijeron.

Martes, 27 de octubre: De madrugada, Aitor seguía sufriendo intensamente. Su madre lo llevó nuevamente a urgencias, donde le administraron una inyección para calmar el dolor. «Me dijo que le iba a quitar el dolor, pero no la vida también», relata su madre entre lágrimas. A las 7 de la mañana, Aitor se desplomó en el suelo.

Cuando llegó la UVI móvil, solo pudieron certificar su fallecimiento. Una tragedia que podría haberse evitado con una atención médica adecuada.


La lucha de una madre por justicia

Desde entonces, la madre de Aitor ha iniciado una batalla judicial para esclarecer los hechos y exigir responsabilidades. Solicitó una autopsia judicial que confirmó que se trató de un homicidio imprudente, pero las profesionales implicadas continúan trabajando sin sanciones graves.

«Mi hijo lleva cuatro años en el cementerio y ellas siguen trabajando. Esto me está costando la vida», denuncia la madre, indignada porque el fiscal solo pide un año de cárcel, una pena que considera irrisoria en comparación con la gravedad de los hechos.


Un libro para honrar su memoria

En medio de esta lucha, la madre de Aitor ha publicado un libro titulado «El Árbol de los Deseos» en homenaje a su hijo. A través de sus páginas, busca mantener viva su memoria y concienciar sobre la importancia de una atención médica adecuada. Además, espera que su testimonio impulse el cambio necesario en el sistema judicial y sanitario.


Responsables imputados, pero sin consecuencias

Actualmente, las médicas involucradas están imputadas, pero siguen ejerciendo su profesión. Esta situación ha llevado a la familia de Aitor a reclamar cambios legales para evitar que casos similares queden impunes.

«Pedimos que se juzgue penalmente a los responsables y que las negligencias médicas no se solucionen con un cheque, sino con cárcel», afirma la madre. Han solicitado reuniones con la Consellería de Sanidad, el hospital y los medios de comunicación, pero hasta el momento no han recibido el apoyo esperado.


Propuesta de ley para un cambio real

La familia de Aitor ha impulsado una proposición de ley en el Congreso para endurecer las penas por negligencias médicas y evitar que los culpables puedan eludir consecuencias graves mediante compensaciones económicas.

Su objetivo es que este caso marque un antes y un después en la lucha por la justicia sanitaria y proteja a futuras víctimas.

Unión de Familias en la Lucha contra la Negligencia Médica

La familia de Aitor Esteban Gonzálvez ha encontrado apoyo en otras familias que han sufrido pérdidas similares debido a otras negligencias médicas. Un caso notable es el de Aitor García Ruiz, un joven de 23 años que falleció en enero de 2018 tras sufrir un trombo pulmonar no diagnosticado. Durante una llamada al servicio de emergencias, el médico que atendió la llamada no consideró urgente su situación, retrasando la llegada de la ayuda necesaria.

Estas familias se han unido para impulsar cambios legislativos que endurezcan las penas por negligencia médica y garanticen una atención sanitaria más segura. Su objetivo es promover una proposición de ley que establezca sanciones penales para los profesionales que incurran en malas prácticas, evitando que casos similares queden impunes.

Para llevar a cabo esta iniciativa, necesitan el apoyo de la sociedad y de las instituciones. Han intentado iniciar campañas de concienciación y recogida de firmas, buscando que su voz sea escuchada en el Congreso y que se tomen medidas efectivas para proteger a los pacientes y sus familias, pero recalcamos que necesitan mucha ayuda.

La unión de estas familias refleja la necesidad de una reforma en el sistema sanitario y judicial, donde las negligencias médicas no se resuelvan únicamente con compensaciones económicas, sino con sanciones penales que aseguren la justicia y prevengan futuras tragedias.


Conclusión: Una familia que no se rinde

Cuatro años después, la lucha por justicia para Aitor Esteban González sigue en pie. Su madre continúa peleando para que el caso no quede en el olvido y para garantizar que las negligencias médicas tengan consecuencias reales.

Mientras tanto, Aitor sigue en la memoria de quienes lo conocieron y de aquellos que apoyan esta causa. Su historia es un recordatorio de que la justicia no solo debe ser reparadora, sino también preventiva.


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